Tarde pero seguro, llegando a fin de enero decidí hacer un balance del 2011. Un año con cambios internos, medios y externos. Como casi todos los años.
Sin embargo, este año trajo cambios que me acompañarán por mucho tiempo, trajo mejoras de lo que pensé serían mediocridades y continuaciones de cosas que esperaba terminar.
Lo más importante que me dejó el 2011 fue esto: dos gatas que, junto a mi y Angie, recorrerán los caminos de la vida con nosotros por los próximos 20 años aproximadamente.Valentina y Petuña son las primeras mascotas que tengo en mi vida (no cuento algunos peces que tuve de chiquito, porque me parece que para llamarse mascota, un animal tiene que ser capaz que interactuar con su dueño), y eso es algo que no pasa muy seguido. Saber que tengo a cargo 2 animales que me acompañarán y harán las delicias y destrozos en los próximos años es algo que me alegra mucho y por lo que pienso que el año pasado fue de los mejores de la vida.
Por otro lado, terminé con creces el año universitario, con buenas notas y más materias de las que pensaba tener aprobadas. Siento que es algo, sin duda, para brindar. No todos los días se puede estar orgulloso de las cosas que uno hace. Aunque todos los días debiéramos estarlo porque lo que hacemos nos define y mantiene vivos.
Claro que, no todo fue color de rosas. El tattoo que esperaba tener terminado para la temporada de verano 2011-2012 fue movido a estar terminado, con suerte, para la temporada de invieron 2012. Por diferentes motivos, algo que debia tomar un tiempo, esta tomando tres tiempos y ya pidió un cuarto, sin miedo a emborracharse. Esto sin embargo, se olvida cuando veo la calidad y perfección con la que esta siendo terminado el tattoo y pienso en la terrible pieza que voy a tener en mi brazo para el resto de mi vida.
Fueron seguro muchas más cosas las que me pasaron a lo largo del año. Volver a jugar al basquet en una liga profesionalmente amateur, aprender a manejar las cuentas de una casa, expandir mi conocimiento sobre artículos de limpieza y abrir mi cerebro a la hora de pensar que comemos hoy entre muchas otras. Pero después de un 2010 marcado por perdidas irrecuperables y mucho dolor mezclado con inmensa felicidad, creo que puedo decir que el 2011 terminé uno arriba. Pero lo mejor es que el 2012 pienso duplicar la fortuna. Tendré que trabajar arduamente, pero este año va a pedir cambio a mitad del partido.
