Soy hijo de una generación sin tiempo. Para la que las cosas tienen que ser ya. Para que le todo ahora es mejor que mucho mas que todo en un rato.
No me parece algo de que enorgullecerse, pero tampoco me parece que estemos tan equivocados. Por algún lado lei que apenas nacemos comenzamos una carrera contra la muerte. Una carrera que ya tenemos perdida, pero que no sabemos cuando vamos a perder exactamente.
Entonces porque no buscar satisfacción plena, sin importar el tiempo que dure. Porque no vivir plenamente cada cosa, en vez de dividir en el tiempo los momentos plenos en momentos más pequeños. No creo que eso sea algo negativo y malo.
Pero si trae algunas consecuencias para las que tenemos que estar preparados. Y es que todo en la vida, como es arriba es abajo. Y si nuestros momentos de felicidad son plenos, tambien lo serán los de tristeza. Y esos son más dificiles de llevar, pero no por eso menos pacenteros o interesantes.
Con el tiempo, algo que estoy aprendiendo a reconocer en mi vida, aun poco tiempo, me di cuenta que los momentos de tristeza sí nos hacen más fuertes. Y también me di cuenta que, a veces, es necesario soltar la posibilidad de ser felices ahora. Y ver hacia donde va.
Se imaginan lo dificil que se me hace esto, sobre todo teniendo en cuenta lo que dije al principio. La idea de esperar por algo me parece completamente antinatural, y sin embargo guarda un profundo sentido que me negaba a reconocer.
Vivimos en constante movimiento, cambio, eso es lo único duradero. Entonces como negar al tiempo dentro de nuestras vidas? Es decir, a veces es necesario sentarse en la quietud, esperar, ver como las cosas y nosotros cambiamos. Integrar ese cambio, y luego seguir.
En cada uno de nosotros esta la llave de nuestra felicidad, y también la llave de nuestra tristeza. Una no puede existir sin la otra, como la noche no existiría si el día no la cortara al medio.
Pero es solo el tiempo y nuestra semblanza lo que nos permite afrontar, aceptar y modificarnos para continuar. Porque tenemos la suerte de tener al tiempo siempre de nuestro lado.